Vinos Hilo Negro; mas que una experiencia sensorial
El viñedo está localizado en el Porvenir, Ensenada, en el Valle de Guadalupe, la región vinícola más prestigiosa de México. Tierra de los Kumiai, a una altura de 312 metros sobre el nivel del mar y a 20 kilómetros de la costa con Latitud: 32.03 y Longitud: -116.67.
Esto lo coloca dentro de la franja del vino del hemisferio norte, con un micro-clima mediterráneo con veranos calurosos y secos e inviernos húmedos y templados.
El suelo que predomina es arcilloso, no presenta capas distintas, son claros y poco profundos.
Extendido sobre un terreno de ocho hectáreas, el viñedo alberga más de 40 mil plantas entre las cuales se encuentran las siguientes variedades: Primitivo - Syrah - Nebbiolo - Cabernet Sauvignon - Sauvignon Blanc - Petit Verdot- Chennin Blanc.
En la parte alta del viñedo, se encuentra el edificio principal de producción, dividido en 3 plantas (Área de recepción y molienda, Área de tanques y Cava subterránea) teniendo una capacidad de procesamiento de más de 50,000 litros y de albergar más de 400 barricas en nuestra cava. Esto nos da la posibilidad de estar produciendo de 40 a 45 mil botellas anualmente.
El restaurante de la vinícola Hilo Negro se llama “ ´emat ” que significa "tierra" en Kumiai, una lengua nativa de la región del Valle de Guadalupe. ‘emat es un restaurante enfocado en la calidad y frescura del producto que ofrece, celebrando los ingredientes y la particularidad de las cocinas de Ensenada.
El chef Eduardo Salgado los aprovecha y ofrece originales interpretaciones en menús de degustación y platos a la carta regados con los vinos de Hilo Negro y las mejores cervezas artesanales de Baja California.
Daniel Lonnberg Hume se integró como enologo en 2013 para ser el costurero que ha logrado zurcir diferentes puntadas de vinos tintos y blancos.
Hilo negro Ofrece ademas experiencias sensoriales en "Algaravino"; que es una invitación a la vida gozosa. Aquí ofrecemos catas y pruebas de nuestros vinos en un ambiente sofisticado y natural a la vez. Las vistas y el clima del Valle de Guadalupe encuentran su mejor auditorio en Algaravino.
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