La Ciudad de México es conocida por sus maravillas culinarias, muchas de las cuales se pueden encontrar en sencillos puestos callejeros y pequeños establecimientos sobre la banqueta. Pero pedir y comer comida callejera en un sitio tan concurrido puede ser abrumador.
¡No dejes que la cantidad de opciones te desaliente! Esto es lo que necesitas saber para disfrutar de toda la comida callejera que puedas comer.
Ve adonde va la gente. En las horas pico antes de entrar a trabajar, a la hora del almuerzo, al salir del trabajo y por las noches (y, a menudo, hasta mucho después de que cierran los bares), puedes darte cuenta de cuál es la comida callejera de mejor calidad al ver las filas que se forman y las multitudes que se reúnen alrededor de los puestos.
Busca puestos de comida callejera en áreas con grandes edificios de oficinas o centros comerciales, con puestos que sirven a los trabajadores que van y vienen durante el día y la noche.
El Club Tengo Hambre ofrece el recorrido turístico «Comidas callejeras imprescindibles de Ciudad de México», que se concentra en gran parte en la zona del Centro Histórico de la ciudad, en las cuadras al sur del Palacio de Bellas Artes y al oeste del Zócalo.
Mariana Gómez, una de las guías del CTH, dice que los mejores puntos de la ciudad son aquellos establecimientos o puestos familiares trabajados por sus propios dueños y que se heredan de generación en generación. Su lugar favorito, El Huequito, una pequeña cadena que prepara tacos al pastor (inspirados en el shwarma), abrió sus puertas en 1959.
Puedes confiar en que los alimentos que estás comiendo son frescos y puedes ver con tus propios ojos cómo se preparan: tortillas caseras, carne caliente estofada, queso fresco derretido y verduras picadas. No temas a la salsa de mesa y el guacamole picantes.
La Ciudad de México es sede de comidas callejeras verdaderamente espectaculares, muchas de las cuales son exclusivas u originarias de la metrópolis. Prueba los tacos al pastor, indudablemente chilangos, o unos tlacoyos hechos con masa de maíz azul, rellenos de frijoles y cubiertos con ensalada de nopal, carne o queso.
Aquí puedes encontrar todo tipo de carne: lengua, cachete, ojos, hocico, estómago… y puedes encontrar carne de todo tipo de animales, inclusive animales exóticos de otros lugares, como león o canguro. En muchos puestos de mercado encontrarás vendedores que ofrecen una amplia variedad de insectos, los que se encuentran tanto en comidas callejeras como en la alta cocina. Pero incluso los vegetarianos pueden probar algunas cosas nuevas emocionantes, como el huitlacoche azul, un hongo que crece en el maíz y que sabe exquisito en una quesadilla con un poquito de queso.
Dato interesante: en la Ciudad de México, o CDMX, las quesadillas no necesariamente tienen queso. Cualquier tortilla alargada con relleno califica como quesadilla.
La comida callejera forma parte de la vida diaria de muchas personas en la CDMX. No existe tan solo como una opción de almuerzo rápido o cena barata de última hora. Muchos vendedores de comida callejera llegan mucho antes del amanecer para comenzar a preparar el desayuno: tazas de atole y tortas de tamal, o chilaquiles que se sirven cuando sale el sol. Y muchos de ellos se quedan casi hasta el amanecer sirviendo esos últimos tacos de lengua de res a los rezagados que no dejaron de beber cuando cerraron los últimos bares.
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